Convivir con la naturaleza (foto de Jaime Cristóbal López)

miércoles, 10 de octubre de 2012

SIN DESIERTO NO HAY SELVA


SIN DESIERTO NO HAY SELVA


La selva amazónica y toda su flora y fauna no podría existir sin el desierto africano. A pesar de que la selva tiene una asombrosa biodiversidad, el suelo donde se desarrolla no produce muchos nutrientes. De hecho, todos los minerales y nutrientes que alimentan la selva vienen de otro lugar, este lugar se llama África. Desde hace algunos años, los científicos ya sabían que dicho fertilizante cruzaba por el océano Atlántico en forma de tormentas de polvo.

El científico Colin Schultz se encontró con un artículo en el Environmental Research Letters que explica de manera mas extensiva la transferencia transoceánica del polvo. El artículo también meciona el lugar exacto donde se genera todo el fertilizante que usa el Amazonas. 

El polvo viene de la depresión Bodélé, ubicada al noreste del Lago de Chad, cerca de la frontera norte del Sahel, es conocido como el lugar donde más polvo se genera al rededor del mundo. 

El desierto deposita 140 Tg en el océano Atlántico, (1 Tg equivale a un millón de toneladas). 50 Tg llegan a la cuenca del Amazonas, de esos 50 Tg únicamente 13 Tg llegan al Amazonas. Independientemente de que sól 13 Tg llegan al Amazonas, se necesita de 50 Tg para que haya un balance de nutrientes. 

Los cálculos hechos en 2006 toman en cuenta todas las necesidades de fertilización que tiene el Amazonas. Los cálculos que se habían hecho anteriormente no tenían muy clara la cantidad de polvo que necesita la selva para poder subsistir ni la cantidad que llega en realidad al Amazonas. 

Lo impresionante es que el polvo viene de una región en específico. La región mide un tercio del tamaño de Florida y a pesar de ser tan pequeña es capaz de suplir las necesidades nutricionales de una selva que tiene casi el mismo tamaño que tienen los 48 estados contiguos de Estados Unidos.

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