Convivir con la naturaleza (foto de Jaime Cristóbal López)

jueves, 18 de octubre de 2012

LLUVIA ÁCIDA

La combustión de carbón y petróleo, efectuada en centrales eléctricas, industrias, vehículos de automoción y calefacciones, ha transformado la lluvia, tan apreciada para acabar con la sequía, en la llamada "Lluvia Ácida" o la "muerte que cae del cielo", nubes de agua envenenadas con ácido sulfúrico, que convierten los bosques más frondosos en desolados desiertos.

La lluvia ácida se forma cuando la humedad en el aire se combina con los óxidos de nitrógeno y el dióxido de azufre emitidos por fábricas, centrales eléctricas y vehículos que queman carbón o productos derivados del petróleo. En interacción con el vapor de agua, estos gases forman ácido sulfúrico y ácidos nítricos. Finalmente, estas sustancias químicas caen a la tierra acompañando a las precipitaciones, constituyendo la lluvia ácida.
Los contaminantes atmosféricos primarios que dan origen a la lluvia ácida pueden recorrer grandes distancias, siendo trasladados por los vientos cientos o miles de kilómetros antes de precipitar en forma de rocío, lluvia, llovizna, granizo, nieve, niebla o neblina. Cuando la precipitación se produce, puede provocar importantes deterioros en el ambiente.

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