Convivir con la naturaleza (foto de Jaime Cristóbal López)

viernes, 19 de octubre de 2012


La felicidad y tu propio C.I.

(Coeficiente de Inteligencia)


El hacerte cargo de ti mismo significa dejar a un lado ciertos mitos muy
generalizados. A la cabeza de la lista está la noción de que la inteligencia se mide
por la capacidad de resolver problemas complejos; de escribir, leer y computar a
ciertos niveles; y de resolver rápidamente ecuaciones abstractas. Esta visión de la
inteligencia postula la educación formal y el conocimiento académico o la cultura
como la verdadera medida de la realización personal. Fomenta una especie de
esnobismo intelectual que ha obtenido consigo unos resultados muy
desmoralizadores. Hemos llegado a creer que una persona es "inteligente" si tiene
una serie de títulos académicos, o una gran capacidad dentro de alguna
disciplina escolástica (matemáticas, ciencias), un enorme vocabulario, una gran
memoria para recordar datos superfluos, o si es gran lector. Sin embargo los
hospitales psiquiátricos están atiborrados de pacientes que tienen todas las
credenciales debidamente presentadas –como de muchos que no las tienen-. El
verdadero barómetro de la inteligencia es una vida feliz y efectiva vivida cada día
y en cada momento de cada día.
Si eres feliz, si vives cada momento, aprovechando al máximo sus
posibilidades, entonces eres una persona inteligente. La capacidad de resolver
problemas es un aditamento útil a tu felicidad, pero si tú sabes que a pesar de tu
falta de habilidad para resolver cierto tipo de cosas puedes elegir lo que te haga
feliz, o que, por lo menos, puedes evitar lo que te hará infeliz, entonces se podrá
decir que eres inteligente.

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