Convivir con la naturaleza (foto de Jaime Cristóbal López)

viernes, 26 de octubre de 2012

EL NIÑO AUTISTA EN LA ESCUELA

Según Bandura (1.987) los niños con "autismo severo presentan grandes dificultades para aprender porque suelen dirigir su atención solo hacia algunas de las muchas señales disponibles en el medio y con frecuencia atienden a los detalles más pequeños e irrelevantes". El autor antes citado, plantea que ante los estímulos multidimensionales( con señales auditivas, visuales y táctiles), los autistas a diferencia de los niños normales se fijan típicamente en una de las 3 formas de información, siendo incapaces de aprender de las otras formas. La mayor dificultad la presentan para hacer giros atencionales.
No es raro que un autista no muestre interés en aprender. El aprende de acuerdo con sus intereses, pero la educación es la primera opción que se debe tener presente en los niños autistas. El niño autista puede y deber ser educado.
La escolarización adecuada de niños en sesiones individuales de tratamiento y ayuda psicológica y médica, contribuyen en el aprendizaje de niños autistas. Para ser eficaz, la educación debe ser personalizada y realizada por personas con un alto grado de especialización y sobre todo de comprensión y entrega. Es necesario que los educadores del niño autista, posean un conocimiento profundo de técnicas y procedimientos, capaces de desarrollar y ayudar a estos niños.

¿Qué enseñar?
Conductas o estrategias que permitan al niño autista interactuar con las demás personas y obtener un conocimiento social del medio que les rodea.

¿Qué metodología emplear?
Lo primero que debe hacer el especialista, es adquirir una preparación teórica y práctica que le permita realizar su trabajo adecuadamente.
Se debe realizar una evaluación inicial que proporcione información clara sobre el niño en todas las áreas de desarrollo: motriz, cognitiva, social, comunicativa, etc.
Desglosar los objetivos en pasos muy pequeños y formularlos en términos concretos de manera de observar los avances que se logren.
Hacer evaluaciones continuas de la evolución del niño para obtener información sobre el estado del proceso educativo.
Crear un ambiente estructurado en donde el especialista marca las pautas y les ayuda a no sentirse perdidos. El especialista deberá preparar sesiones de trabajo donde se establezcan normas claras para que el niño se guíe. De esta manera, se utilizan métodos visuales, se recomiendan tableros con palabras, dibujos y letras.
El especialista debe asegurarse de que el niño comprende, para ello se debe utilizar un lenguaje adecuado, ofreciendo la información suficiente pero no excesiva, seleccionando información que esté dentro de la capacidad de asimilación del niño.
Utilizar el aprendizaje sin error, es decir partir de lo que el niño domina y añadir a la tarea, elementos desconocidos en los que se ofrecerá toda la ayuda al niño para que pueda finalizarla con éxito. La ayuda, se irá retirando o disminuyendo a medida que el niño adquiera la destreza.
El niño autista como cualquier niño, requiere de refuerzos positivos, es por ello que se le deben suministrar continuamente en todas las actividades que el niño realice. El refuerzo debe ser inmediato, se debe dar nada mas realizar la conducta que se desea.

¿A través de qué estrategias se puede lograr el aprendizaje?
Ofreciendo al niño autista:
  • Actividades rutinarias y estructuradas que lo ayuden a enfrentar problemas y a aprender de ellos.
  • Oportunidades frecuentes para practicar y ensayar.
  • Una planificación a través de información visual que pueda regular el comportamiento.
  • Oportunidad para hacer elecciones.
  • El aprendizaje de habilidades de comunicación para la interacción social.

¿Qué programas utilizar?
Existe una carencia de programas diseñados para atender a los niños autistas. Uno de estos programas es el método de Teacch, del grupo de investigadores de Carolina del Norte, donde los objetivos surgen de manera individual, de la observación de esa persona, en contextos diferentes y de determinadas categorías sociales. Este programa ha sido reconocido nacional e internacionalmente, ya que ha servido de modelo para el establecimiento de programas similares.
El objetivo principal del método Teacch consiste en preparar a la gente con autismo para vivir y trabajar mas efectivamente en el hogar, en la escuela y en la comunidad. Se preparan planes individuales para ayudar a las personas autistas y sus familias a vivir juntos en forma afectiva, reduciendo o removiendo los comportamientos autistas.
El establecimiento de los objetivos, individualizados consta de cuatro fases: 1) evaluación de las habilidades sociales, 2) entrevistas con los padres para determinar su punto de vista sobre las habilidades sociales del niño y sus prioridades para el cambio, 3) establecer prioridades y expresarlas en la forma de objetivos escritos, 4) elaborar un diseño individualizado para el entrenamiento de habilidades sociales.

¿Qué técnicas utilizar?
Se consideran apropiados los tableros con palabras, dibujos y letras. La comunicación verbal se fomenta con la práctica de guiones sociales y la interacción social se logra a través de trabajos de grupo y juegos didácticos donde puedan participar varios niños y de esa manera interactúen entre sí.

¿Cómo evaluar?
Uno de los instrumentos de evaluación más utilizados en los niños autistas es el Perfil PsicoEducacional (PEP) (Schopler y Reichler 1979) el cual fue creado dentro del Programa de División TEACCH con el fin de evaluar determinadas áreas del desarrollo autista. La prueba permite evaluar en la escala de desarrollo y la escala patológica.

¿Cómo puede ser tratado el autismo?
Las terapias o intervenciones son diseñadas para remediar síntomas específicos en cada individuo, a través de ellas se logra mejoras en la conducta de las personas que lo padecen.
Las terapias de educación-conducta, enfatizan entrenamiento muy estructurado para desarrollar destrezas sociales y del lenguaje.
Terapias de grupo, se realizan con un grupo de niños y terapeutas que interactúan entre sí para lograr habilidades que ayudarán al autista a lograr la autosuficiencia. Estas deberán realizarse en sesiones de tres o cuatro horas diarias.
Terapias individuales, se establecen en sesiones de una hora diaria y se realizan de manera personalizada permitiendo la terapeuta observar la evolución del niño.
Terapias sociales, se realizan en un ambiente estructurado con alto grado de coherencia donde se realizan actividades que pretenden lograr la interacción social. A través de estas terapias, se logran enseñanzas de reglas básicas de conducta (comportamiento en público), rutinas sociales (saludos, despedidas), enseñanzas de juegos (reglas a seguir), ayudas al compañero, etc.
Terapias comunicativas y del lenguaje, las cuales emplean tarjetas visuales donde se presentan dibujos de objetos y el terapeuta repite con frecuencia el nombre del objeto presentando, haciendo que el niño también lo repita, logrando de esa manera que se pueda establecer una comunicación terapeuta-niño.
El horario, la frecuencia de las sesiones y los períodos de vacaciones deben quedar clarificados desde el inicio de las terapias.
Usualmente están presentes materiales de tipo variado: papeles, lápices, pinturas, plastilinas y juguetes, etc. También se pueden añadir otros materiales que el terapeuta considere propicio para desarrollar ciertas habilidades en los niños.

 

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