Convivir con la naturaleza (foto de Jaime Cristóbal López)

miércoles, 24 de octubre de 2012

El nacimiento de un ave.


 

Incubación:
Para la formación del embrión es necesario someter el huevo a una temperatura de unos 40 ºC, que es la que le proporciona la madre. En general las hembras después de la puesta del huevo, entran en un estado particular, se vuelven cluecas y sienten el deseo de cubrir los huevos e incubarlos. Los hace generalmente la hembra, aunque en algunos casos alterna el macho con la hembra.

La incubación en algunas aves comienza con la puesta del primer huevo. Otras no empiezan a incubar hasta que acaban de ponerlos a todos.

Según las aves, la incubación dura un tiempo más o menos largo; varía entre los 12 días y los 45 días.

Pueden hacerse incubaciones artificiales manteniendo los huevos durante un tiempo determinado a una temperatura de 37 a 40 º C. Bajo la influencia del calor se forma el ave, alimentándose con todas las sustancias que la rodean, rompe el cascarón y sale del huevo.

La eclosión la efectúa el pollo por sus propios medios, gracias a una pequeña eminencia cónica, el diamante, muy dura, situada en el extremo de la mandíbula superior, y al músculo de la eclosión, localizado detrás de la cabeza y el cuello.





1 - Preparación del nacimiento: Los preludios del nacimiento, resultan invisibles. El polluelo gira dentro del cascarón hasta colocarse de forma que su pico apunte hacia el lado redondeado del huevo y después, de un fuerte cabezazo, taladra la bolsa de aire. Ese es un momento decisivo en su desarrollo, pues es la primera vez que respira aire. Cuando sus pulmones empiezan a funcionar, puede llamar a su madre desde el interior. Esas llamadas, así como la respuesta de su progenitora, le ayudan sin duda a prepararse para el nacimiento en si.
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2 - Ruptura del cascarón: El nacimiento empieza cuando el polluelo consigue, tras de varios intentos romper el cascarón. Le ayudan a ello dos elementos: “el diente del pico”, pequeño órgano que sobresale de la mandíbula superior y que cae poco después del nacimiento, y un potente músculo situado detrás de la cabeza que refuerza el empuje del diente. Entre cada secuencia de picoteo, el polluelo debe descansar un buen rato.
 


3 - La grieta toma forma: Tras haber roto el cascarón por un punto, el polluelo comienza a prolongar la grieta. Después de cada picotazo, se para y gira lentamente empujándose con las patas para agrandar la grieta. Este proceso de girar y picar produce una grieta alrededor de la base del huevo.



4 - La resquebrajadura se transforma en fisura alrededor del huevo: A fuerza de picotear el cascarón, el polluelo a conseguido separar casi por completo el lado redondeado del huevo. Forcejea sin cesar y van cayendo grandes pedazos del cascarón. En esta fase los polluelos que están en otros huevos inician también el proceso de nacimiento.
 


5 - El polluelo asegura la posición: El polluelo agarra con los dedos el borde del cascarón y, en cuanto ha asegurado su posición, empuja con las patas y los hombros. Después de algunos empujones, el lado redondeado del huevo se separa por completo.


6 - El nacimiento propiamente dicho: El polluelo empuja una vez mas con los pies y el lado redondeado se queda sobre su cabeza, a modo de sombreo. Este tipo de nacimiento, en que la cabeza es la primera en salir, es el mas corriente. Sin embargo, algunas zancudas y ciertas aves que viven en tierra rompen su cascarón de cualquier manera o a base de empujones, con lo cual suelen sacar primero las patas.


 
 
 

7 - La vida en el mundo exterior:
Con un último empujón, el polluelo sale boca arriba del cascarón que lo ha protegido durante las tres semanas y medias de su incubación. En sus dos primeras horas de vida, sus plumas se secan y se ahuecan para aislarse del frío. Después, empieza ya a buscar su alimento y a crecer.


Los pollos al salir del huevo pueden encuadrarse en dos categorías: pollos nidífugos o pollos nidícolas.
Aves nidífugas y nidófilas:

Las aves nidífugas son aquellas que nacen en un estado de desarrollo bastante avanzado y aparecen cubiertas de plumas, con los ojos abiertos y capaces de movimientos (gallinas, patos, avestruces, etc.). la cría abandona pronto el nido y se busca los alimentos por sí misma, ayudada por la madre o el padre.

En el caso de las aves nidícolas, nidófilas o insesoras, los pichones nacen en un estado muy atrasado, desprovistos de plumas, con los ojos cerrados, incapaces de moverse para buscar los alimentos por sí mismos, de modo que deben permanecer durante un tiempo más o menos prolongado en el nido donde los padres los cuidan y los alimentan.

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