EL CINE MUDO

Es aquel que no tiene sonido, consistiendo únicamente en imágenes. Las proyecciones de películas mudas normalmente no transcurrían en completo silencio: solían estar acompañadas por música, habitualmente improvisada por un pianista uorganista. El cine mudo requería un mayor énfasis en el lenguaje corporal y en la expresión facial, para que la audiencia pudiera comprender mejor lo que un actor estaba representando en la pantalla. Hasta finales de los 20, la mayoría de las películas eran mudas. En los años previos a la introducción del sonido se filmaron literalmente miles de películas mudas, pero un número considerable de ellas se han perdido para siempre. En algunas películas mudas las actuaciones son más sutiles, dependiendo del director y de la habilidad de los actores. En ocasiones había un narrador que, con voz en off, que relataba describía lo que iba ocurriendo. Dado que el cine mudo no podía servirse de audio sincronizado con la imagen para presentar los diálogos, se añadían títulos para aclarar la situación a la audiencia o para mostrar conversaciones importantes. Los cines de ciudades pequeñas normalmente tenían un pianista para acompañar la proyección; los de ciudades grandes podían tener organistas o incluso orquestas completas, que podían añadir efectos de sonido.